martes, 13 de noviembre de 2012

ENSAYO


UNIVERSIDAD ICESI / FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS SOCIALES / DEPARTAMENTO DE ESPAÑOL
Comunicación Oral y Escrita II – Grupo No.: / Profesora: Andrea RODRÍGUEZ M.
Estudiante: Jennifer Alejandra Puerto Ramírez- Código: 12108041.

“LA TOMA SAGRADA DEL YAGE, SE HA INTEGRADO EN LA COMUNIDAD URBANA.”

El yagé, es una sustancia alucinógena que ha sido usada desde tiempos inmemorables en las comunidades indígenas de américa del sur. Se compone por las plantas : yagé (banisteropsis caapi), y la chapropanga (diploteris cabrerana).Cuyos síntomas producidos son diferentes .Una vez tomado, su efecto es irreversible e inmediatamente tiene tres momentos cruciales .El primero ,es la purga: a través del vómito y la diarrea , se busca producir una limpieza y desintoxicación del cuerpo y el alma ; el segundo , es la pinta : en el cual se presentan alucinaciones ; y el tercero ,es un estado de bienestar que alcanza el individuo en los días posteriores a la toma .En los últimos años, estas manifestaciones han sobre limitado la geografía indígena, encajando en las ciudades , trayendo consigo bienestar al ciudadano , de una forma diferente al generar satisfacción por encontrar esa vida espiritual anhelada, que en ocasiones la iglesia tradicional no proporciona. Este es un filtro que se ha creado mediante la práctica de una de las más sagradas costumbres de los indígenas, en la civilización sedentaria. Nuestros antepasados practicaban esta tradición en la selva y ha permanecido hasta nuestros días. La llegada del yagé a la ciudad, poco a poco tomo fuerza .Según Jimmy Weiskopf, (nacido en Manhattan, veterano de la prensa extranjera en Colombia), ha  medido el nivel de influencia de este brebaje en la ciudad,  indicando que: “la toma sagrada del yagé, se ha  integrado en la comunidad urbana”. Para empezar, los ciudadanos varían el motivo de su consumo porque: primero, toman doctrinas ajenas, para adquirir una creencia, en busca de una agradable vida espiritual; segundo, es que al introducirse como una nueva cultura, se forma un interés que  conlleve a que  los ciudadanos experimenten y se den a una dependencia psicológica;  y tercero, las personas acuden al yagé con la intención de curarse de alguna enfermedad ya sea física o mental. Básicamente, estas son las tres razones principales por la cuales el yagé, ha tenido una gran acogida por parte de la ciudadanía, pues todos los seres humanos tienden adoptar patrones que traigan beneficios a su vida.
La ciudad, es el lugar en que las costumbres y creencias de los grupos ajenos a ella, sufren una serie de cambios. Donde, el ciudadano, toma doctrinas impropias, para adquirir una creencia, en busca de una vida espiritual. En el caso del yagé, una bebida utilizada en los sagrados rituales de los grupos indígenas del pie de monte amazónico, se le atribuye, que está en las ciudades tomando fuerza; ya que, la población urbana no logra satisfacer su vida espiritual con los credos tradicionales, donde se enseña a un dios milagroso, de acuerdo a la creencia ;(religiones o sectas) y se dice tener ciertas costumbres ,para tener una vida digna de la misericordia de su dios. Pero, este tiempo ,donde  los medios masivos de comunicación,  han creado  una necesidad de tener una doctrina estructurada, que traiga beneficios para convivir en familia, como núcleo de la sociedad;ha hecho que el hombre busqué otras alternativas de conocimiento canónicos. Algo que, no   ha logrado la iglesia, es que, la mayoría de sus creyentes ,no  se aferran y no tengan  la necesidad  de tener una vida sana espiritual; ya que, se hace necesario que todos los seres humanos creamos en algo y lo compartamos, para de esta manera llenar ese gran espacio que forma el alma. Existe una parte espiritual en nosotros, la que induce a lo bueno, a lo malo, a corregir o seguir con los  errores; es ahí donde el yagé hace las veces de consolador. Esta bebida tiene su efecto, sin necesidad de tener un conocimiento profundo.  Durante sus tres momentos cruciales: la purga, la pinta y estado de bienestar. La persona logra identificar si esa es la respuesta a su necesidad espiritual, si no es, meditara y entenderá el no seguir en ese camino, pero si encuentra lo que tanto ha buscado ese es el momento en el que empieza una nueva creencia. El yagé es un ritual en el quese debe  participar con respeto. Pues,El nivel de comprensión asciende y se hace parte de la comunidad yagèsera, asumiendo mayores responsabilidades.
El yagé, al introducirse como una nueva cultura, forma un interés que con lleva a que los ciudadanos experimenten y se den a una dependencia psicológica .Pues, es un psicotrópico. Actúa sobre el sistema nervioso central, generando un  estado psicológico, que forma en  los individuos tres tipos de efectos . En primer lugar estarían aquellos efectos que facilitan la introspección y la reflexión. En los grupos indígenas estos efectos tiene una naturaleza colectiva en la que se permite la reafirmación de la identidad social de la comunidad; dentro de un contexto urbano, estos procesos de introspección, se enfocan más hacia el individuo como tal, y le proporcionan la posibilidad de “pensarse así mismo”, y al mismo tiempo pensar de una manera profunda sobre aspectos personales tales como problemas o conflictos en las relaciones interpersonales. Según naranjo: “. Es posible que se presenten episodios de regresión en los cuales se favorece un retorno a fases pasadas de la vida con la finalidad de solucionar conflictos”. (1976; 21); en segundo lugar se encuentran los efectos relacionados con la exaltación de facultades extrasensoriales las cuales se relacionan generalmente con sensaciones de muerte y desdoblamiento o separación del cuerpo y el alma. Adicionalmente, estos efectos también se ligan profundamente a experiencias telepáticas en donde los participantes tienen visiones de eventos que sucederán en el futuro. Sus resultados se manifiestan especialmente en las comunidades indígenas, en donde el consumo de yagé es usado muchas veces con propósitos adivinatorios; en tercer lugar, se encuentran los efectos relacionados con la espiritualidad y el misticismo, los cuales se relacionan fuertemente con la visualización de imágenes religiosas, así como también en la sensación de contacto o presencia de espíritus. Por lo tanto, como efectos a mediano plazo, es posible afirmar que, a diferencia de la mayoría de las sustancias alucinógenas, el yagé se asocia con bienestar general durante los días o semanas posteriores al consumo del mismo.
Los ciudadanos acuden al yagé con la intención de curarse de alguna enfermedad ya sea física, espiritual o mental. Según describe Weiskopf, el uso del yagé en las ciudades: "se trata, en su modalidad urbana, de una curiosa mezcla de consultorio médico, fiesta y rito de adoración" (2002; 340). Por lo tanto, el deseo de sanación, tanto a nivel físico como emocional, en donde las personas atribuyen al yagé, ciertos poderes mágicos que  la curación, que generan sanación de casi cualquier enfermedad. Los indígenas le imputan las enfermedades al mundo de los espíritus y, a través del efecto del trance producido por el yagé, pueden penetrar a ese mundo, que para ellos es el real, un mundo donde descubren la raíz de la enfermedad, su causa y posible cura. Weiskopf ha descrito “llegan los enfermos, salen alentados” (2002; 343).Dando a entender que si se tiene una enfermedad, a través del ritual, se saldrá sano.  La necesidad que tiene la comunidad urbana actualmente. Cuyo objetivo es vivir sanamente para disfrutar lo que la vida le brinda.  Es más, el consumo del yagé, utilizado por médicos tradicionales y chamanes para diagnosticar enfermedades y encontrar su cura a nivel físico y espiritual, empezó a tomar fuerza en las  ciudades, donde ya son muchos los grupos que orientados por taitas realizan esa práctica. Ayuda  como practica psicoterapéutica. La persona que pueda o que tenga la oportunidad de hacer esta práctica ritual - terapéutica se le recomienda que lo haga con calma, con responsabilidad, ya que, una práctica descuidada puede tener efectos contraproducentes.
El decir, que el yagé, se ha integrado en la comunidad urbana engloba a toda la población que habita en la ciudad, lo cual no es cierto. Este  llego a las ciudades colombianas por los procesos de expropiación de tierras que se dieron en el alto putumayo en los años 80-90, generando una emigración indígena hacia las ciudades. Y es aquí donde los indígenas comienzan a comercializar el yagé como una fuente de ingresos económicos. La mayoría de las personas  tienden a rechazarle, por episodios de muerte, entre los particpantes.Impidiendo  la aceptación total. Entonces, son grupos y no es  toda la sociedad la que lo practica. Su mal uso tiene problemas irreparables, a nivel emocional. Porque, más que un rito  se ha convertido en una droga y un negocio .Esta actividad sagrada, ya no tiene el mismo respeto. Chamanes falsos, hacen  mal uso de este brebaje  .Pues, sus compuestos no son los originales, alterando el  propósito de ayudar a la humanidad, creando problemas de salud física y mental. Pero, esto no es impedimento para seguir, no es la primera  vez, que los conocimientos y creencias indígenas se ven distorsionadas  en las ciudades. Ya se ha  visto, que otras drogas, que actualmente están prohibidas, son objeto del narcotráfico y rechazo social. Además, el consumo de yagé en condiciones inapropiadas se considera riesgoso, pues aparte de los efectos fisiológicos este tiene unas repercusiones psicológicas y espirituales (exaltación de las facultades extrasensoriales), que pueden traer complicaciones más adelante. Mas vale recordar que ,este es  visto por los indígenas como una forma de ayudar a los habitantes de la ciudad ,que vieron, se encontraba sumidos en el consumismo y alejados de la pachamama (madre tierra). Aunque el yagé si es una bebida alucinógena, la constitución de 1991 permite la existencia de una legalidad paralela para las comunidades indígenas. Por último, considero que la solución al problema que se ha venido presentando con el consumo del yagé en las ciudades, no es evitar su consumo o conocimiento. Debemos conocer y compartir este tipo de prácticas, pero hay que hacerlo con respeto y conciencia de lo que estamos haciendo. Es bueno, Ver el Yagé más allá de lo catártico. Es el principio de una verdadera sociedad pluricultural, constructora de verdaderas subjetividades.De esta manera el yage , integrara cada vez mas la comunidad urbana,supernado las barreras, interpuestas por agentes ajenos a ella.(Religiones,estado ).
El yagé, es una preparación de diversas comunidades étnicas del piedemonte andino-amazónico. En la actualidad, Aunque es una sustancia relativamente nueva dentro de la sociedad urbana, se está dando, dentro de la cultura occidental, por un creciente interés por acceder a los estados modificados de conciencia por medio de ella. Empezando  a salir de los espacios  indígenas y se filtra en el espacio  urbano, en donde se reviste de un significado y características propias. A lo largo del tiempo el yagé ha irrumpido en contextos diferentes a los estrictamente correspondientes al indígena ritual, tales como las culturas rurales y urbanas de todos los estratos socioeconómicos. En este fenómeno se evidencia de manera clara la transformación del ritual canónico, en un acto de curanderismo popular o mejor, de “neochamanismo”.  A menudo dentro de estos últimos contextos se pierden elementos significativos de la ceremonia ritual propia de las comunidades tradicionales, debido al nomadismo propio del sistema Afecta diferentes ámbitos del ser humano, de acuerdo a su necesidad; una de ellas puede ser ,la   relación significativa, entre las motivaciones de tipo espiritual y emocional, lo que sugiere que  el grado de vinculación a cada una de ellas tiende a aumentar de forma paralela, del mismo modo que en la relación entre las motivaciones curativas a nivel físico y emocional, en donde probablemente el sujeto busca un bienestar global . Actualmente, su  consumo se lleva a cabo predominantemente en las ciudades, hecho que probablemente se relaciona con la progresiva acogida que en los últimos años ha venido teniendo el uso de yagé y que ha ocasionado que los ‘taitas’ vayan más frecuentemente a la ciudad, y existan más grupos, se organicen convocatorias y se creen estrategias para convocar a las personas a dichos eventos, evitando así el desplazamientos de los consumidores hacia las selvas. 
 
BIBIOGRAFIA.
WEISKOFP.Jimmy.(2000)."yajè :el nuevo purgatorio".Bogota,Colombia:Villegas Editores.
RAMIREZ.Hernando. (1976). “ Efectos pscologicos en el hombre”.Bogota,Colombia: Norma Editores.

sábado, 13 de octubre de 2012

Taita Gregorio Criollo



en este video , logramos observar que el canto es fundamental en la toma del yage ,es necesario una unificacion entre lo espiritual y lo fisico.dentro de un perimtro sagrado pues, el ambito espiritual es fuerte y no se debe salir de la cobertura, para no ser .

Entrevista-Segundo Merado Molina. Taita.


 Merardo Molina, considera que:
1.     este rito sagrado tiene una escala simbólica, los seres venimos por evolución, y nosotros así mismo captamos, lo que Dios tiene para nosotros, nuestro dios, es el Dios de la biblia.
2.    hay dos partes la espiritual y la física.
3.     quien toma yagé por primera vez va con un objetivo y se toma a primera instancias ;otro nivel, ya va el espíritu ,quien he sido, porque soy, porque vengo,(interés espirituales no interés físico pero se encuentran un espíritu con conciencia mira diferente que un espíritu inconsciente era diferente tomar yagé en mis primeras tomas).ahora es diferente no sabemos para qué es el yagé.
4.    15 años de experiencia, sabe los compromisos que asume De acuerdo al nivel se le da lo que merece, concientizo, estudio yagè.
      5. el yagé solo puede ser preparado por hombres y por mujeres ancianas, eh hay el misterio pues                las    mujeres jóvenes no preparan,  al preparar el yagé es un momento sagrado, ejemplo: si tiene un deseo sexual, al momento de la toma puede sentir la gente lujuria.

     6. el yagé no mata. No es por sobredosis, es por mal uso.

lunes, 8 de octubre de 2012

¿Cuándo es peligroso el yagé?


¿Cuándo es peligroso el yagé? Díaz Mayorga, responde que su peligrosidad depende directamente de las condiciones en que se tome e insiste en tres puntos para tener en cuenta:

  1.  El primero, la persona debe saber qué busca yendo al ritual. "Estar informada, contar con referencias respecto a lo que va a encontrar", dice el sociólogo. 
  2. La segunda condición es que exista un marco ritual: "El yagé no se puede tomar de cualquier manera. La toma tiene que estar liderada por un conocedor, un taita que sepa cantar, porque el canto en este ritual es lo más importante, es lo que conduce la toma".
  3.  El tercer elemento de seguridad es la presencia en el ritual de alguien experto en traducir estos elementos propios indígenas a la mirada urbana. Puede ser un psicoterapeuta, por ejemplo, dice Díaz, alguien que tenga experiencia ante posibles casos de brotes psicóticos, para saber manejarlos.

Considero que,Estas precauciones muchas veces no se siguen. Se han vuelto encuentros de cientos de asistentes en los que se trata de darlo, sin considerar, por ejemplo, que para personas con determinadas enfermedades no es conveniente, como tampoco que se llegue habiendo consumido alcohol. "Es una situación que está fuera de control. Alguien tiene que meterle mano a esto para ordenarlo", dice Díaz.

El plan de fin de semana.


En algo coinciden los taitas más tradicionales y los científicos más ortodoxos: al provocar estados alterados de la conciencia (similares a los del LSD), el yagé no es un juego. Entre los indígenas, el de mayor jerarquía es quien se encarga del manejo de esta planta, y solo suele emplearla en usos terapéuticos o en momentos de toma de decisiones importantes. Pero, ahora, muchos lo buscan como experiencia de fin de semana, sin tener en cuenta el listado de advertencias que atender para antes de su toma, que van desde una alimentación liviana durante la semana anterior hasta la abstinencia sexual.

El uso desordenado del brebaje, sin que se consideren siquiera los mínimos antecedentes médicos de quien va a tomarlo, puede conducir a casos fatales como el de Santander. Los toxicólogos son radicales en el riesgo para el organismo: se puede provocar, por ejemplo, una hepatitis tóxica, por una reacción del hígado ante la bebida; en pacientes con historial de enfermedades coronarias, puede llegar a ocasionar infarto o crisis de hipertensión; para los que de base presentan trastornos mentales, como bipolaridad o esquizofrenia, también podría desencadenar episodios psicóticos; igualmente, en quienes no tienen nivelados adecuados de electrolitos -calcio, potasio, sodio, entre ellos-, puede generar efectos adversos, debido a su poder laxante.

Con seguridad, son muchos más quienes toman yagé y viven sus 'pintas' y regresan a sus casas sintiéndose aliviados de cuerpo y alma, como muchos cuentan después de sus experiencias.

"Me parece un excelente brebaje -opina Diana, quien pasó por una toma de yagé-. Prefiero llamarlo remedio. Permite descubrir enfermedades del cuerpo y corrige cuando estamos mal de comportamiento en la vida".

Pero también hay quienes no regresan de este descubrimiento, por ignorancia y por falta de quién les advirtiera sobre las precauciones, al enfrentar al llamado 'bejuco del alma', que, según los chamanes, todo lo ve, incluso lo que hay dentro de la persona".

El uso de esta bebida sagrada indígena puede resultar letal. No es un divertido plan turístico de fin de semana.
 MI OPINION:
Es que el yage es una bebida sagrada , que se debe tomar con seriedad, no debe ser una burla o un plan de curiosidad, es necesario saber como se debe estar mentalmente para poder , hacer parte de este ritual sagrado.

domingo, 7 de octubre de 2012

Una Forma De Conocimiento

CONDICONES PARA SER APTO PARA LA TOMA DE YAJE.


  • Tener conciencia del por que lo va  a tomar.
  • asumir todas las consecuencias, en el momento de la toma.
  • dejar fluir todo, sin cuestionarce.
  • ser aprendiz , deacuerdo a su nivel.
  • no tomarlo por curiosidad.
  • Abstenerce sexualemnte.
  • En el caso de las mujeres. no tener el periodo.
  • tener en claro que enfermedades tiene, para ver si puede consumir la bebida.( explicar si toma droga )
CUAL ES EL PROCEDIMIENTO ?
  • Descripcion del yaje, sus indicaciones , efectos internos y externos del brevaje, en que instancia es purgante, o medicamento.
  • Hacer un criculo donde se reunen todas las personas, se echa sahumerio y chondu .
  • Se presenta ante los taitas.
  • Decir alguna,contraindicacion medica.
  • Tomar el brevaje.
  • pasa a sentarce o acostarce en un punto determinado, en reposo.
  • Espera Sus Sintomas, deacuerdo con el fin con el que fue.( variables ).
  • momento de la pinta o el viaje astral.- resultado de lo buscado.
  • opcional: deacuerdo a la persona se puede dar una o dos tomas mas de yaje.
  • se termina con el circulo ,sin que se salga del perimetro.
  • se despide, hasta la proxima toma.

Consumo urbano


El yajé es una sustancia alucinógena, que ha sido usada desde tiempos inmemoriales en las comunidades indígenas de Sur América con fines místicos, adivinatorios y religiosos. Enla actualidad, esta sustancia empieza a salir de los contextos indígenas y se filtra en el contexto urbano, en donde su consumo se reviste de un significado y características propias. En el presente estudio se analizan las motivaciones asociadas al
consumo de yajé en el contexto urbano. Para tal fin se diseñó una escala de evaluación de motivaciones, la cual fue validada por jueces y aplicada a 40 personas de la ciudad de Bogotá (Colombia) que han consumido el yajé en dos o más ocasiones. También se realizaron entrevistas semiestructuradas a cuatro
de los sujetos participantes, con el fin de complementar y enriquecer la información obtenida por la escala.
Se encontró que en este grupo de personas las principales motivaciones que impulsan a que el consumo de yajé se repita son las de tipo terapéutico a nivel emocional, en donde el sujeto espera obtener tras el consumo bienestar psíquico, caracterizado por sentimientos de tranquilidad, paz interior, y claridad
mental, así como resolver el estancamiento y encontrar soluciones y alternativas de manejo a situaciones personales.

sábado, 6 de octubre de 2012


Yagé y libertad religiosa

El rechazo de las prácticas ancestrales nocivas se refleja en las leyes promulgadas 

para prevenir y castigar, entre otras barbaridades, la mutilación genital femenina, el matrimonio precoz y el infanticidio de niñas.


¿Cuál es la libertad que ejercen reales o supuestos chamanes cuando suministran a quienes a ellos acuden dosis de yagé, la sustancia tóxica utilizada en sus ceremonias por algunos indígenas colombianos?

Muchos afirmarán que ese brebaje se ingiere dentro de actividades rituales, y que el Estado —por ser incompetente en materia religiosa— carece de atribuciones para prohibir su consumo ceremonial. Con mucho respeto por tal parecer, creo que el ejercicio de la libertad de religión no puede invocarse para justificar actos mediante los cuales se lesiona la vida o la integridad de otras personas.


Fuente: www.elcatolicismo.com.co

El derecho internacional de los derechos humanos ha fijado su atención en ciertas prácticas tradicionales cuyos efectos son dañinos. “Toda agrupación social —se lee en un folleto de la ONU— tiene prácticas y creencias culturales tradicionales y específicas, algunas de las cuales pueden ser beneficiosas para todos los miembros, mientras que otras pueden ser perjudiciales…”.

El rechazo de las prácticas ancestrales nocivas se refleja en las leyes promulgadas para prevenir y castigar, entre otras barbaridades, la mutilación genital femenina, el matrimonio precoz y el infanticidio de niñas. Todas esas costumbres lesivas surgen, directa o indirectamente, de sistemas de creencias mágicas o religiosas que nunca son cuestionados por la mayoría de sus adeptos. Esto, sin embargo ni las vuelve inocuas ni las hace tolerables.

Según los tratados de derechos humanos la libertad de manifestar la religión no es absoluta. Dicha libertad podrá ser legalmente limitada cuando ello sea necesario para proteger los derechos de los demás, o para tutelar ciertos bienes superiores, como la salud pública. Son, por lo tanto, legítimas las normas de rango legal que prohíben conductas antijurídicas observadas entre los miembros de una comunidad religiosa.

El Tribunal Supremo de los E. E. U. U. ha declarado constitucionales las leyes dictadas con el fin de penalizar el empleo de animales venenosos en el culto. Esas leyes se expidieron porque dentro de la secta pentecostal de los manipuladores de serpientes —la Church of the Lord Jesus —muchas personas habían muerto al ser mordidas por las víboras de cascabel que tocaban en el curso de aterradores servicios. (Interpretando a la manera fundamentalista un versículo del evangelio de Marcos, los jefes de la secta todavía enseñan que los reptiles no dañan a los verdaderos creyentes).

Las razones que tiene el legislador para prohibir la manipulación de culebras letales en asambleas religiosas son —está muy claro— las mismas que le asisten para no tolerar el uso ritual de jugos o caldos cuya ingestión provoca estragos en la mente y en el cuerpo de los consumidores. Una bebida como el yagé, que causa intensos desórdenes en el sistema nervioso central y arruina el hígado, debe figurar en el catálogo de las drogas ilegales. Nada justifica la distribución de sustancias nocivas en el desarrollo de ceremonias chamánicas.

A la prohibición del yagé se opondrán, de seguro, los que en seguimiento del relativismo ético propugnan el respeto incondicionado por toda manifestación de identidad cultural. Para los sustentadores de ese destructivo relativismo las peculiaridades religiosas siempre deben ser mantenidas, aunque impliquen la comisión de acciones injustas. Si por ellos fuera habría que permitir, en nombre del pluralismo, la incineración de la viuda en la pira funeraria del marido, el infanticidio de niños gemelos y otras prácticas inspiradas por antiquísimas irracionalidades.

A los relativistas culturales debe recordárseles que del derecho a la libertad religiosa no hace parte la libertad de intoxicar.

miércoles, 3 de octubre de 2012



Reseña:


Jimmy weiskopf  nacido en , “el barrio latino del condado de Manhattan “ realizo estudios de historia moderna en las universidades de Columbia ( nueva york ) y Cambridge; veterano de la prensa en Colombia ,  ciudadano colombiano nacionalizado, autor de la obra literaria “yagé :el nuevo purgatorio”, donde describe su testimonio en el cual tiene una  vivencia con yagé ,la planta sagrada de los indígenas de la amazonia , mundialmente conocida por sus poderes curativos y visionarios .esta obra literaria resume las experiencias del autor con ese remedio milagroso como le llama el , como con sus principios de tradición indígena y sus últimas investigaciones botánicas y antropológicas, este texto no es para nada ficción , es el relato autentico de vivencias ,en el cual   desea que el lector sienta: terror,  dicha,  poesía  y el  humor de sus encuentros con el mundo de los espíritus. El fin de esta reseña básicamente es dejar en claro dos ideas: la primera es describir una típica comunidad  yajecera  describiendo su cultura, donde se revelan sus costumbres; y como segunda idea a trabajar, es la narración del autor que comprende sus fascinantes viajes interiores y su confrontación con la sociedad indígena. 


Como primera idea a trabajar el autor revela las vivencias de una típica comunidad yagecera que presenta una cultura estructurada y tradicional, weiskopf  ha descrito, “el sacerdote toma el yagé para sanar a un enfermo con el soplo .por largo rato sigue soplando para alejar los males” (2000; 321). Se hace claro que la comunidad tiene una serie de costumbres, ya que, no en todas las tomas de yagé es necesario que sea otro el intermediario para llegar a la sanación o para el espanto de espíritus malignos, este relato hace dar evidencia de que se maneja una costumbre, que ellos creen necesario que sea, esta es la tradición de la tribu de los cofanes.


la narración del autor  sobre  sus experiencias ,en sus viajes fascinantes , la confrontación y aceptación de la sociedad indígena para con él, hace parte de la segunda idea trabajar, puesto que en su libro , hay una parte autobiográfica en la cual cuenta como ha sido su paso respecto al mundo del yagé y quienes le conforman , donde el autor ha escrito: “ para seguir el esquema del argumento basado en mi experiencia personal, prefiero contraerme en otro aspecto de la cuestión ,que tiene que ver con la extraordinaria manera en que los espíritus se manifiesta en las visiones que llegan a l tomador en el trance”(2000;35), donde es evidente que el revela lo vivido y se relaciona con el mundo exterior incluyendo al otro , mediante el brebaje del yagé , donde los espiritus se manifiestan y la sociedad indigena , le respalda en este acto espiritual.


En conclusión, los Grupos indígenas de la amazonía colombiana pudieron conservar y mantener algo de sus prácticas de chamanismo, que se basan en el consumo del yagé, su planta más preciada.
De estos grupos se reconocen los siguientes: los kamsá, del Valle del Sibundoy; los siona, habitantes del río Putumayo; los cofanes, del río Putumayo, San Miguel y Guamuez; los coreguaje, localizados sobre las márgenes del río Orteguaza; uitotos, del río Caquetá y sus afluentes; los ingas, del Valle del Sibundoy y Mocoa. El yagè es una experiencia que en este caso para el autor es desde un punto de vista personal y también con un estudio hacia sus grupos étnicos yageceros, para encontrar mas información sobre este interesante tema invito a que lea  yagè un camino un puente de espiritualidad , escrito por el taita andres escobar.

martes, 2 de octubre de 2012

UNA EXPERIENCIA DE LA SELVA A LO URBANO

Yagé, la planta Sagrada de los indígenas del Amazonas

Grupos indígenas de la amazonía colombiana pudieron conservar y mantener algo de sus prácticas de chamanismo, que se basan en el consumo del yagé, su planta más preciada.

De estos grupos se reconocen los siguientes: los kamsá, del Valle del Sibundoy; los siona, habitantes del río Putumayo; los cofanes, del río Putumayo, San Miguel y Guamuez; los coreguaje, localizados sobre las márgenes del río Orteguaza; uitotos, del río Caquetá y sus afluentes; los ingas, del Valle del Sibundoy y Mocoa. 

La introducción del yagé al medio citadino ha sido elogiada y vituperada. Ésta planta sagrada para algunas culturas cumple con su función de generar en el que la consume estados alterados de conciencia. No se sabe con exactitud cuál etnia es la poseedora original del conocimiento de la planta ni tampoco cuál la trajo a la ciudad. La crónica e investigación de Jimmy Weiskopf, titulada: Yajé, el nuevo purgatorio, cuenta que las tomas urbanas empezaron en Bogotá. Estudiantes de antropología de la Universidad Nacional iban a las comunidades y eran invitados al ritual por el chaman. A mediados de los 80 es cuando se tiene referencia de la primera toma de yagé. De ahí en adelante, el fenómeno creció lentamente hasta el punto que se hacen tomas cada quince u ocho días.


Los indígenas les atribuyen las enfermedades al mundo de los espíritus y, a través del efecto del trance producido por el yagé, pueden penetrar a ese mundo que, para ellos, es el real, un mundo donde descubren la raíz de la enfermedad, su causa y posible cura. Por eso, en los rituales de yagé hacen sanaciones. 



Las visiones que genera el efecto de la planta son llamadas pintas, de ahí la inspiración artística para la elaboración de sus artesanías. Esto demuestra la importancia cultural de la planta en su manifestación material. El bejuco del alma Ayahuasca, como la llaman en Ecuador y Perú, quiere decir, el bejuco del alma o el bejuco de los muertos; en Brasil se le conoce como cappi, y en Colombia, yagé. Su nombre genérico es Banisteriopsis. La harmalina es su principal alcaloide. 



Germán Zuluaga Ramírez, en el texto Cultura del yagé, un camino de indios, afirma que es un potencial antidepresivo para uso en psiquiatría. El bejuco es cortado fresco, se tritura, puede ser mezclado con otras plantas que los aborígenes llaman hermanas. Luego se pone en una olla a hervir durante ocho horas hasta que la bebida quede lo suficientemente concentrada.



En Medellín (Colombia) las tomas no tienen fechas definidas, cuando el taita puede venir, se realiza. Los taitas más conocidos que vienen a la ciudad son: Florentino, Juan Bautista, Domingo, Luis Portilla, y del Ecuador, Tunky Alvino. 

Testimonio

Un Testimonio
La toma 

El sabado 01 de julio, en la noche, fui invitada a una toma de yagé, en La Union Nariño. Era la primera vez que tomaba la planta de la que tanto había escuchado hablar. La cita era a las 6:00, en la casa de un amigo de mi hija. Llegué puntual y salimos en el bus que nos condujo a una finca cercanaal pueblo. 40 o 50 personas esperaban al taita

El taita llegó. Todos estábamos reunidos en una Eran las 9:30. La fogata estaba encendida. El taita Alirio, de una comunidad indígena , sacó sus herramientas: a un báculo de poder elaborado con semillas, un ramo de hojas de viento y otras cosas que no pude identificar. 



Sus rasgos aborígenes evocaban la selva; su voz, con el acento que conocemos como pastuso, se escuchó cuando dijo: buenas noches para todos. Respetando la religión de cada uno, le vamos a pedir primero que todo a Diosito que el remedio nos cure de todas las enfermedades que tenemos en el cuerpo y en el alma. 



Rezamos un Padre Nuestro. Era un ritual de la luz y, por eso, cada uno tenía una velita encendida a la cual le haría una petición. El taita Florentino sacó un frasco que contenía un aceite de plantas recolectadas en la selva. Nos dio unas gotas en las palmas de las manos, que después de frotarlas, nos las aplicaríamos en el cuerpo. El olor era dulce. 
Dijo que el que quisiera hacer peticiones en público podría hacerlo con confianza. Algunos las hicieron, con el favor de Jesucristo, el Divino Niño o la Virgen María. El sincretismo del ritual era sorprendente. 



Hay cinco clases de pócimas qué depende de cómo se corta el bejuco o se mezcla con las demás plantas hermanas, se denominan: cielo guasca, loro guasca, curi guasca y culebra guasca. 

El taita emitía sonidos de animales, soplos silvestres que, según supe, eran para llamar a los espíritus del bien. Después de que todos tomamos, el taita, junto a cuatro yacegeros experimentados que lo acompañaban, musitaba canciones de la madre tierra, al agitar su báculo para producir un cascabeleo de semillas, que parecía como un río, no corriendo, si no caminando paso a paso. 



Como a los 20 minutos escuché los primeros que vomitaban. Ya había empezado a sentir escalofríos y, en la finca, no hallaba lugar dónde relajarme. Todo era confuso. Cerraba mis ojos y empezaba a ver lices de colores, figuras cosas muy hermosas. Las plantas hablaban, y yo vomitaba todo el contenido de mi estomago, en un momento senti una presencia muy poderosa y yo sabia que eres el maestro Jesus el que me estaba visitado, me pedia que me arrodillara y me humillara ante su presencia me pedia quedejase mi sobervia, llore mucho y le pedi perdon por todo lo malo que habia hecho en mi vida, luego vi muchas cosas mas muy hermosas.

Cuando al fin logré evacuar el áspero sabor de la bebida desapareció el escalofrío. Fue un vómito agradable. Escuchaba los lamentos de un señor que decía que no lo dejaran morir. Hallé sosiego cuando entré a recostarme en mi sleeping en la habitación que me asignaron, donde había tres personas dormidas. Mis ojos se cerraban automáticamente, pero seguía despierta, viendo la película de mi vida en colores. 



Había pasado lo tenebroso de las serpientes y los tigres. En ocasiones, veía el paraíso más bello y, de repente, un nuevo telón aparecía, oscuro, lúgubre, inexplicable. Todo era tan abstracto que buscarle significado parecía absurdo. Conciente de esa película interna e individual, observaba mi mente: tan inquieta y tan imparable de pensar. Eso podría decirse que fue lo que descubrí: el ruido constante que mantenemos dentro y no nos damos cuenta. 



Los monjes tibetanos dicen que sólo en estados de interiorización o de meditación, es cuando empezamos a escuchar la amalgama de símbolos, mensajes y voces que viven en nuestro pensamiento. Cuando aterrizaba de ese loco viaje se armonizó mi interior de una manera amorosa. Ya no me importaba que hubiera tanto desconocido. Entendía que cada uno estaba en su vuelo y que, aunque algunos no tomaran la chuma (cuando se está bajo el efecto del yagé) de manera espiritual, también estaban en sus búsquedas.



Deduje que la decoración del lugar que, al principio, me había parecido abigarrada y caprichosa, era producto de las pintas de sus moradores. Los indígenas ancianos se quejan porque dicen que ya no hay taitas. Pero creo que algo de su magia quedó y se manifiesta en sus rituales chamanicos. Es natural que también haya charlatanes. En la llamada nueva era cabe un sinfín de personajes que aprovechan la debilidad o la fortaleza de otros, se hacen pasar por curanderos sin saber nada y crean un modo de vida para sobrevivir en la ciudad. 



Lo que es rescatable de todo este proceso es que los indígenas tratan de adaptarse con sus tradiciones para pervivir en el contexto de la globalización y nos recuerdan algo tan sencillo como cuidar la naturaleza y valorar la diversidad cultural de Colombia.

lunes, 1 de octubre de 2012

Usos Medicos



Usos Los médicos:

 indígenas tradicionales cuidan esta planta con la que establecen una relación de simbiosis, en donde el beneficio del ser humano es la conciencia y el conocimiento de la selva, cuyo espíritu lo sanará. Con la misma elaboran la poción amazónica conocida como ayahuasca o purga.Preparación de la ayahuasca.Los médicos indígenas cosechan esta planta que al ser cortada recibe la denominación de "palo", y preparan con ella la purga, un brebaje cocinado durante más de diez horas, mezcla de tronco deBanisteriopsis caapi con hojas de chacruna (Psychotria viridis) o de Diplopterys cabrerana. Si bien es cierto que la mezcla con la chacruna es de las más habituales, la variabilidad en la composición de la ayahuasca es muy amplia. Con todo, su componente de referencia básico será la liana Banisteriopsis caapi.El brebaje, de color café, olor madera, sabor extremadamente amargo y seco, tiene propiedadesenteógenas que afectan directamente a la conciencia, o a la capacidad de explicar el entorno, el tiempo y la propia percepción del cuerpo. Mentalmente puede producir un estado de conciencia muy lúcido y visiones que los instruidos pueden interpretar o vivenciar.La Psychotria viridis aportaría a las infusiones de ayahausca, en su caso, la molécula dimetiltriptamina o DMT. Si se atiende a la escasísima concentración de DMT que estas plantas aportan a la infusión resultante en comparación con los niveles estándar de psicoactividad probados para la ingesta oral del DMT, se advierte la complejidad farmacológica de esta infusión y se comprenderá el por qué de su escasa toxicidad. Algo similar cabrá decir de los IMAOs ingeridos que, utilizados como antidepresivos en psiquiatría, requieren de un uso muy prolongado. Existen diferentes variedades a las que se atribuyen diferentes usos, especialmente en lo que se refiere a la relación médico-paciente y a las diversas situaciones en que se prepara y consume.El efecto de la purga medicinal con la ayahuasca es, en general, descrito como mareo, con abundantes y constantes vómitos, dependiendo del estado de quien se trate, puede desencadenar defecaciones.Algunas etnias usan la corteza fresca o seca para producir un efecto estimulante moderado al masticarla.La ayahuasca tiene un origen milenario entre las culturas del Amazonia de PerúBolivia y Brasil, siendo los grupos étnicos de los Urarinas y los Shipibo Conibo del Perú algunos de los más importantes representantes de su uso y práctica en sus ceremonias y ritos de curación desde tiempos muy antiguos. Los chamanes o médicos shipibos (por su rango de menor a mayor: Junes, Onayas, Murayas y Mutsarawas) herederos del conocimiento ancestral de las diferentes mezclas, preparaciones y usos del ayahuasca, utilizan estas combinaciones de plantas por diferentes motivos, determinando las plantas que agregan según el efecto u objetivo buscado, pudiendo ser ritual, ceremonial o curativo, o dependiendo la enfermedad a tratar.El derecho al uso de esta planta, considerada una medicina sagrada por las cosmovisiones y tradiciones ancestrales de los pueblos originarios de las selvas sudamericanas, está exclusivamente limitado a aquellos sujetos que han recibido las instrucciones para su adecuada administración. Dichos conocimientos provienen de una tradición que ha subsistido por milenios. Existen testimonios de su mala utilización, especialmente si esta es usada fuera se sus contextos tradicionales, en casos en que causó serios problemas de salud, generalmente de orden anímico, en personas que han utilizado la ayahuasca sin estar debidamente capacitados o dotados para hacerlo.El ayahuasca es legal en muchos estados, debido a su uso étnico tradicional y a su rol en algunas religiones modernas, tales como el Santo Daime, culto originario de Brasil.El ayahuasca ha mostrado ser una una terapia muy efectiva en el campo de la psiquiatría y la psicología, en el tratamiento de la depresión y la ansiedad, así como con problemas de personalidad y la esquizofrenia. Problemas los cuales son los mismos que los médicos tradicionales nativos tratan solo que con otros nombres tales como el susto o el miedo.Estudios modernosActualmente en Perú y en todo el mundo se encuentran instituciones con equipos mixtos de chamanes nativos y médicos psiquiatras y psicólogos que trabajan en conjunto las terapias con ayahuasca, así como investigadores de medicina moderna como el chamanismo , que han estudiado a fondo la forma y mecanismos de acción de los alcaloides activos de la ayahuasca y sus conexiones con la cosmovisión y religiosidad de los pueblos originarios de esta tradición y otras culturas del mundo, como la egipcia, considerando imprescindible el nexo con la experiencia fisiológica y la experiencia espiritual que existe en los estados que provoca el ayahuasca y su alcaloide activo visionario (DMT). En su caso es la primera investigación seria y oficial hecha enEstados Unidos con una metodología científica y profesional. Actualmente se encuentra rodando un documental en Perú y otras locaciones sobre este trabajo.

Reseña: Dos Visiones Diferentes


 William Seward Burroughs escritor estadounidense y artista experimental. Nació en Saint Louis (Missouri), y terminó sus estudios en la Universidad de Harvard en 1936 y Allen Ginsberg un poeta  estadounidense nacido en Paterson, New Jersey, narran su viaje por la selva amazónica realizado en la busca del yajè ,que al encontrarlo empiezan con un diario en el cual expresan ,cada situación vivida en el dia a dia en el libro titulado “las cartas del yajè” .esta reseña tiene como finalidad enfocarce en una perspectiva personal , donde los que describen lo sucedido no son expertos, son simplemente practicantes inexpertos en un pricipio,luego de tantos episodios terminan hablando desde un punto de vista mucho mas amplio y claro.manejare dos ideas pricipalmente: la primera es las experiencias y enfoques de Burroughs y segundo seria las experiencias y enfoques de  beat,de esta forma determinaremos que a pesar de que cada persona es un mundo diferente hay similitudes y diferencias, durante este proceso espiritual.



Para comenzar, las experiencias y enfoques de Burroughs fueron de grado en grado , el no adquirió su conocimiento en un corto tiempo, su proceso fue largo y podría decirse que lento, él dice: “ideal para gastarles una broma a mis amigos”(1971;7),la primera vez que escucho el termino yagé y sus efectos pensó en jugar una broma y no le tomaba con la seriedad que se debe asumir al consumir esta bebida sagrada, pero después de toma tras toma , que el antes decía arriesgarse fue adquiriendo un conocimiento con el cual , se arrepiente de haber pensado en primera instancia como juego, diciendo: “la selva verde y la roja puesta del sol, se mezclaban con un lugar familiar, desde ese momento rectifique mis ideas sobre el yagé”.,(1971;18) ya en este momento el rumbo de su vida cambia totalmente y empieza a tomar muy enserio este tema y llegar al punto de ser unos de los taitas más reconocidos de Colombia.



Por otra parte, la experiencia y enfoque que le dio Ginsberg al yagé fue más maduro, desde el momento en el que se dio cuenta de su existencia, pues creía que una bebida sagrada, para una comunidad indígena merecía ser sagrada, puesto que los indígenas son muy respetuosos en sus creencias, son celosos ante el tema y a él se le hizo atractivo, A lo cual él ha descrito: “lo tome y confirme todo lo que había escuchado de ese misterioso YAGÈ” (1971; 79). Es claro darse cuenta que, tan solo en esta frase el, ya sabía que era pero no había tenido la oportunidad de probarlo, al hacerlo confirmo que tan sagrado brebaje tiene los efectos que el ya de ante mano sabia y que con su propia experiencia confirmo.



Finalmente, este relato fue en base a experimentar sin una necesidad espiritual de fondo. Pero los autores de dieron cuenta el verdadero efecto que produce este brebaje sagrado , que más que un querer saber que es, es un saber el porqué , de nuestra existencia, mas adelante y mediante la lectura de otra de sus tantas experiencias logro evidenciar que este es un acto sagrado y sumo respeto, para tener más información sobre este interesante , pero misterioso tema invito a que observe el video las pintas del yagé , realizado por los taitas Andrés Croaba y José Criollo, por que como ellos dicen las visiones no son para todos, somos procesos diferentes.

domingo, 30 de septiembre de 2012

¿Por qué el uso de yagé puede ser letal?

¿Por qué el uso de yagé puede ser letal?


Foto: Juan Carlos Escobar / Archivo
El yagé se prepara con una mezcla de plantas.
Advierten sobre consecuencias de consumirlo sin precauciones médicas y fuera de su contexto.
Lo llaman el bejuco del alma, "el remedio que cura por dentro y por fuera". Hace una semana, durante el Encuentro Internacional de Culturas Andinas, en Pasto, veinte personas recibieron de manos del taita Rufino Criollo -que venía de Sucumbíos, Ecuador- un sorbo largo de yagé.


Conocedor como pocos de la historia y usos del yagé, Weiskopf, quien hace años reside en Bogotá, afirma que esta bebida debe ser tratada con seriedad: "El yagé castiga los desequilibrios físicos y emocionales y genera un proceso de purga doloroso". No es para todos. Eso lo dicen hasta los propios taitas, muchos de ellos molestos con la popularidad que ha tomado su planta sagrada. Otros -hay que decirlo- han aprovechado su creciente popularidad para hacer un buen negocio.

A mediados del siglo pasado el yagé -o ayahuasca, nombre del bejuco del que se extrae el principal componente de la bebida- empezó a ser conocido por fuera del mundo indígena. Antes, el explorador inglés Richard Spruce había hablado de él. También aparecía en estudios hechos por el etnobotánico Richard Evan Shultes. Sin embargo, fueron dos escritores norteamericanos los que llevaron la ayahuasca al interés del mundo occidental: William Burroughs y Allen Ginsberg.

Ambos, dentro de sus aventuras, incluyeron viajes a Suramérica -Colombia, incluida- para experimentar con el bejuco. "Me invadió una oleada de vértigos y la choza empezó a dar vueltas. Vi luces azules frente a los ojos. Apenas podía caminar. No tenía ninguna coordinación. Los pies eran como bloques de madera. Estaba en cuatro patas, convulsionado por las contracciones de las náuseas", le escribía Burroughs a Ginsberg en una carta desde Puerto Asís. La recopilación de esta correspondencia se volvió un libro mítico de los 60: Cartas del yagé.

La ayahuasca es una mezcla de plantas cuyo principal componente es la Banisteriopsis caapi, una liana que contiene harmalina, sustancia inhibidora de enzimas cerebrales con efectos antidepresivos. La planta que se le combina puede variar según la región o la tradición de los taitas, aunque siempre buscan que contenga dimetiltriptalina, otra sustancia de alta potencia visionaria.
La suma produce efectos inmediatos en el sistema nervioso central.

"Los chamanes descubrieron -hace un tiempo inmemorial- que si se combinaban estas plantas no solo podían beberse, sino otorgar una experiencia más prolongada y menos abrupta psíquicamente.
El resultado es un brebaje de toxicidad mínima y efectividad máxima", escribió el filósofo Antonio Escohotado en Aprendiendo
de las drogas.

Un brebaje que, para las culturas indígenas del piedemonte andino y amazónico, es la medicina por excelencia. La más poderosa. "El yagé limpia primero el cuerpo y después el alma", aseguran los taitas. Y quien haya pasado por esta experiencia sabrá que primero llegan los vómitos y la diarrea -por su efecto laxante- y luego aparecerá ' la pinta' o 'la borrachera', en palabras de los indígenas.
Es decir: el viaje alucinatorio.

Este recorrido, no obstante, debe ser siempre guiado pues, de lo contrario, el camino puede estar lleno de riesgos.



NOTICIA POR UN EXPERTO “El yagé es una planta medicinal y punto”



Por: Pablo Correa

Germán Zuluaga, investigador de la U. del Rosario, conoció el yagé hace 20 años. Desde entonces ha intentado tender un puente entre la medicina indígena y la occidental.

El Yagé, planta medicinal
Cuando Germán Zuluaga era estudiante de medicina de la Universidad del Rosario, en los años 80, viajó a Florencia (Caquetá) para cumplir con un requisito de su práctica médica. No sospechaba que aquel viaje cambiaría para siempre su vida y la manera de entender la medicina.
Profesor de la Universidad Javeriana por más de una década, director del grupo Estudios en Sistemas Tradicionales de Salud, considerado por Colciencias uno de los investigadores élite del país, docente de la Universidad del Rosario y colega de los verdaderos taitas y chamanes del Vaupés y el piedemonte amazónico, Germán Zuluaga tiene la autoridad suficiente para hablar sobre el yagé y explicar qué significa en realidad este bejuco sagrado en la tradición indígena.
Su consultorio es un rincón acogedor y tranquilo al fondo de una casa de fachada anaranjada antecedida de un jardín enmarañado de plantas medicinales. Allí, a dos cuadras de la plaza central de Cota (Cundinamarca), llegan día tras día pacientes desde todos los rincones del país. Su fama ha ido creciendo gracias a la más efectiva de las publicidades: el voz a voz. Esta es su versión del yagé.
20 años de la primera toma
“Llegué a la casa de don Roberto por una casualidad. Debían ser como las tres de la tarde. Me sorprendí al ver que el curandero del pueblo vivía en aquella casucha de techo de cartón y piso en tierra. Dije: aquí no puede haber nadie que sepa de nada. Me habían pedido que le llevara una botellita de aguardiente y se la llevé.
Como a las seis de la tarde, después de dos aguardientes, don Roberto me dio a beber yagé, pero yo no sabía qué estaba tomando, nunca había escuchado del yagé. A las dos horas sentí que me estaba muriendo del malestar. El pensamiento inmediato fue que este señor me había envenenado. Sentí un golpe en el estómago y el vómito salió disparado, en proyectil como lo llamamos los médicos. Sabía que aquello era síntoma de hipertensión endocraneana y de intoxicación aguda. Lo último que recuerdo fue que caí al suelo.
Poco a poco fui despertando a medida que él iba cantando. Entonces lo vi vestido con todos sus adornos y plumas. Lo interesante era que ya no me sentía mal sino mejor que cuando había llegado. Y concluí que eso no era una intoxicación sino una desintoxicación. Ese concepto me intrigó. Él me invitó a volver. A los ocho días regresé y la experiencia siguió siendo intensa.
Tuve que regresar a Bogotá. Pero la curiosidad de aquello que había experimentado no paraba. Así que decidí volver como médico rural, por la zona de Yurayaco (Caquetá), que es la sede de los indígenas inganos. Viajaba con frecuencia a la casa del taita. Luego me nombraron director de un hospital, pero el taita me dijo que existía una dificultad y era que yo atendía partos. Dijo que si seguía con los partos no podíamos seguir trabajando. Entonces me lancé al aire: renuncié. ¿Qué hago ahora?, pensé.
Después de un tiempo decidí instalarme en San Agustín. Por alguna pista que el taita me dio. Además quería alejarme un poco de aquello para reflexionar. Quería parar y revisar mi vida, pensar a qué me iba a dedicar. En San Agustín me casé y nació mi primer hijo. Me gasté los ahorros del rural en comprar libros, porque en esa época nadie le hablaba a uno de eso. Hoy el yagé es el tema de moda.
En San Agustín la gente empezó a identificarme como curandero, aunque no sabían que era médico. Algunas personas empezaron a regar la voz y los habitantes me buscaban. Fui adentrándome en ese mundo en el que vive la gente. Si van a donde el médico y dicen que tienen un frío enterrado, el médico se enoja. Conmigo no. La sorpresa fue que muchos de esos conceptos eran los conceptos de los que don Roberto me hablaba.
Entonces, sin ansiedad, decidí que me iba a dedicar a esto. Aunque la nuestra es una medicina muy valiosa en muchos sentidos, con grandes avances tecnológicos, es a la vez muy limitada en muchas cosas. Y el cansancio de la gente con la medicina occidental es evidente, porque siempre le están recetando las mismas pastas, son las mismas 15 pastillas en todas las EPS del país: diclofenac, ibuprofeno, etc. Mi apuesta fue distinta. Fue una renuncia al prestigio, al estatus, a muchas cosas.
Tuve la tentación de dejar la medicina, colgar la bata, y ponerme las plumas y el guayuco por decirlo de alguna manera. Pero él me corrigió. Me dijo usted está equivocado, nosotros no queremos que se vuelva uno de nosotros, queremos es tener a alguien en la otra orilla. Y me pareció bellísimo.
Cuando don Roberto murió, seguí trabajando con don Laureano para que esa medicina sea conocida y respetada. Me doy cuenta de que para que exista un diálogo real primero que todo hay que recuperar la dignidad perdida de los indígenas, sus territorios, sus derechos, su educación propia, su lengua, y poner la medicina en el lugar que tenía antes.
Surgió la inquietud de un encuentro de taitas, preocupados por los problemas internos de separaciones pero también por los externos, charlatanería, el tráfico de plantas y recursos genéticos, eso fue en 1999. Ahí nació lo que se llamó la Unión de Médicos Indígenas Yageceros de la Amazonia Colombiana (Umiyac), que reunió a 40 taitas de siete grupos indígenas del piedemonte amazónico.
Yagé
¿Qué es el yagé? Simplemente me remito a repetir las palabras textuales que los distintos taitas me han enseñado. El yagé es una planta medicinal. Punto. ¿Cómo obra? Es un purgante. Punto. Digamos que la diferencia es que su acción purgante no ocurre solo a nivel físico, sino ocurre en otras dimensiones de la persona: pensamientos, sentimientos, recuerdos, emociones, y eso es lo que lo hace tan especial. Eso es para mí el yagé. Y de acuerdo con las enseñanzas de ellos, la única forma correcta de acercarse al yagé es por salud. Cualquier intención distinta es una equivocación. Si usted va con cuenticos de ver elefantes rosados, le va mal. Si va con que quiere unirse con la divinidad, le va mal. Si quiere ser un iniciado del mundo esotérico, le va mal. Y desafortunadamente eso es lo que predomina. Mucho de todo el desorden de ahora es eso. La gente no entiende que es un médico indígena que trabaja con un esquema distinto y lo que ofrece es una planta medicinal muy especial, sagrada, y que si se sale de ese contexto puede ser muy dañina.
Lamentablemente ese discurso medio esotérico y psicodélico, ha tenido éxito comercial y ha permeado las comunidades indígenas. Ellos comienzan a ofrecerse con ese lenguaje. Sin querer o queriendo van haciendo acopio de ese lenguaje medio mercantil y charlatán, porque están en el conflicto de ser reconocidos. Con la Unión de Taitas se acordó un código de ética. Entendieron que si querían ser reconocidos como médicos necesitaban una reglas mínimas para que la gente sepa quién es un chamán y quién no. En 2001 se publicó el documento, que en mi opinión es histórico. Y que tristemente su cumplimiento no se ha dado del todo por culpa de algunas personas poco serias”.
“No estigmatizar el yagé”
Para el taita Miguel Chindoy, ex gobernador del pueblo Kamchá, en el cabildo de Sibundoy, el yagé es una planta de poderes, usada como purificante del cuerpo y el espíritu. “Hay unas reglas para la toma del yagé, una preparación previa. Debe hacerse en la noche, en lugar que no haya ruido y siempre guiado por el sabedor y conocedor de estos temas. No se debe ingerir licor. No deben reunirse más de 20 a 30 personas. Es aconsejable que el día anterior no se tengan relaciones sexuales. Y en el caso de las mujeres, no estar en embarazo ni en período menstrual. Es importante consultar con el sabedor su estado de salud. El conocimiento tradicional no debe ser estigmatizado por el mal uso que hacen algunas personas.